miércoles, 17 de febrero de 2016

Mburucuyá / Pasionaria

Género Passiflora / Mburucuyá  / Pasionaria
Familia: Passifloraceae (pasifloráceas).
El nombre del género - Passiflora - deriva del latín flos passionis que significa flor del sufrimiento o flor de la pasión en alusión a la Pasión de Cristo.
  
Mburucuyá en alambrado perimetral Colectora zona Norte, Ruta Nicolás Avellaneda, tramo Resistencia - Corrientes (Chaco, Argentina).
Para el Chaco se registran las siguientes especies:
Passiflora caerulea L.
Epíteto latino 'caerulea: de color azul', en referencia a sus flores. 

Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Distrito Federal, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Salta, Sgo. del Estero, Santa Fe, San Juan, San Luis, Tucumán.
Países Limítrofes: Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay.
Hábito: Liana (Perenne). Status: Nativa.  

Nombres comunes: Clavos de Cristo, Flor de la pasión, Granadilla, Hierba de la pasión, Maracuyá, Mburukujá, Mburucuyá, Murucuyá, Pasiflora, Pasionaria, Pasionaria azul, Parchita, Chinola, Lilikoi, Markisa, Calala, etc. Claus de crist, Claus de l’infern, Clavells de crist, Flor de la passió, Flor dels tres claus, Herba de la passió, Passionera, Passionera blava (catalán). Blue crown passion flower, Blue passion flower, Passion flowers / Passionflower, Passion vines (inglés). Fiore della passione, Frutto della passione (italiano). Fleur de la passion, Passiflore bleue (francés).
Passiflora chrysophylla Chodat.
El epíteto 'chrysophylla' del griego 'chrysos: oro, dorada/o', y 'phyllos: hoja'.

Distribución Provincias de Argentina: Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Sgo. del Estero, Santa Fe, Tucumán.
Países Limítrofes: Paraguay, Uruguay.
Hábito: Liana (Perenne). Status: Nativa 

Passiflora cincinnata Mast.
Distribución Provincias de Argentina: Chaco, Formosa, Jujuy, Salta.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay.
Hábito: Liana. Status: Nativa  

Passiflora foetida L. foetida
Epíteto latino 'foetida: nauseabunda', en referencia a su desagradable olor.

Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Sgo. del Estero, Santa Fe, San Juan, San Luis, Tucumán.
Países Limítrofes: Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay.
Hábito: Liana (Perenne). Status: Nativa 
Passiflora giberti N.E. Br.
Epíteto 'giberti' otorgado en honor del botánico francés José Ernesto Gibert (1818-1886).
"Ernesto Gibert (*Francia, 1818 - Montevideo, 1886). Botánico y fotógrafo francés, publicó la primera lista de plantas del país: 'Enumeratio plantarum sponte nascentium agro montevidensi cum synonimis selectis (1873)'. A su muerte dejó en legado a su discúpulo Arechavaleta, su herbario, que hoy está incorporado al acervo del Museo." (Museo Nacional de Historia Natural y Antropología (MUNHINA), Uruguay). 

Passiflora misera en alambrado perimetral Colectora zona Norte en Ruta Nicolás Avellaneda, tramo Resistencia - Corrientes (Chaco, Argentina).
Passiflora misera Kunth.Epíteto latino 'misera: miserable, pobre'. 
Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Salta, Santa Fe.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay, Uruguay.
Hábito: Liana (Perenne). Status: Nativa.
Nombres comunes: Maracujazinho, Maracujazinho da serra, Maracujá mirim, Mburukuyaí / Mburukuyá'i (portugués)
Passiflora mooreana Hook. f.
Epíteto 'mooreana', otorgado en honor del escocés Charles Moore (1820 - 1905), primer Director del Jardín Botánico de Sydney. Realizó numerosas expediciones de recolección en el este de Nueva Gales del Sur sobre las que luego realizó varias publicaciones.
Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Formosa, Salta, Sgo. del Estero, Santa Fe, Tucumán.
Países Limítrofes: Paraguay.
Hábito: Liana. Status: Nativa. 
Passiflora morifolia Mast.
Epíteto 'morifolia', con hojas parecidas a las del género Morus de la familia de las Moraceae.
Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Sgo. del Estero, Tucumán.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay.
Hábito: Liana Perenne. Status: Nativa.  

Passiflora palmatisecta Mast.
Distribución Provincias de Argentina: Catamarca, Chaco, Córdoba, Formosa, La Rioja, Salta, Sgo. del Estero, Tucumán.
Países Limítrofes: Paraguay.
Hábito: Enredadera Anual. Status: Nativa.

Passiflora suberosa L.
Epíteto latino 'suberosa: adj. corchosa, propiedades similares a las del corcho' (lat. suber/ eris: corcho).
Distribución Provincias de Argentina: Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santa Fe, Tucumán.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay.
Hábito: Liana Perenne. Status: Nativa.  

Nombres comunes: Maracujá de cotica, Maracujá rabo de baleia, Maracujazinho, Maracujá mirim, Mburukuyá (portugués)
Passiflora tenuifila Killip.
Nombres comunes: Maracujá de cobra, Maracujá do mato, Maracujá alho (portugués).
Passiflora tucumanensis Hook.

Distribución Provincias de Argentina: Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Tucumán.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay.
Hábito: Liana Perenne. Status: Nativa.

Passiflora: Es una trepadora perenne, de hojas alternas, palmatilobadas, verde oscuro, más pálidas del envés, provista de zarcillos axilares bien desarrollados. La floración abundante está en función de la cantidad de luz que recibe la planta. Flores hermafroditas y solitarias muy vistosas.
Son individuales, blancas con corola filamentosa de color púrpura azulino; estambres amarillos, anteras voluminosas; en el centro tiene tres estigmas delgados. El principal agente polinizador natural es el mamanga (abeja grande, negra)
Frutos comestibles en forma de bayas de forma ovoide, verde cuando jóvenes y anaranjadas a la madurez, tienen cáscara cerosa; pulpa carnosa y jugosa, contienen numerosas semillas planas, rojizas, en una sustancia gelatinosa de sabor ligeramente acidulado y aromático (el color de cáscara y semilla difiere con las variedades).
Se comen al natural y se emplean en jaleas, dulces, refrescos y otras bebidas. 
Un interesante Estudio de Mercado sobre estos frutos refiere: "En el mercado mundial el principal producto elaborado a base de mburukuja es el concentrado, que se utiliza para obtener una diversidad de productos. Específicamente, el 74% de la producción mundial de concentrado de mburukuja se destina a la industria de bebidas, usado especialmente en la preparación de mezclas de jugos; inclusive constituye la base para jugos multivitamínicos. El segundo rubro con mayor participación en el mercado de concentrado de mburukuja es la industria láctea con el 12% del total, seguida por el segmento de alimentos para bebés con el 4% y el de pastelería con el 2%. Otros segmentos, que incluyen perfumería, representan el 8% del total de aplicaciones del concentrado de mburukujá." (Flecha Aguilera, Fátima Lorena: Estudio de mercado y rentabilidad del mburukuja (Passiflora spp.) para uso industrial de los Distritos de San Juan Nepomuceno y Tavaí, Departamento de Caazapá. / San Lorenzo, Paraguay: Dpto. de Economía Rural, CIA, FCA, UNA, 2007.)


Sobre algunos nombres comunes:
"Mburucuyá deriva del guaraní mberú-cu-oyahá, que significa “criadero de moscas”, porque con frecuencia visitan esas flores. (Guía de Consultas Diversidad Vegetal, FACENA (UNNE) Universidad Nacional del Nordeste, Argentina)
"El nombre de Granadilla es diminutivo de Granada, como acostumbra nuestro idioma para significar las cosas, que conviniendo en figura, o calidad, difieren en magnitud, imponiéndosele a esta planta, porque sus frutos encierran muchos granos vestidos de carne algo roxa, bastante parecida a la que envuelve los granos de la Granada. Se llama también Floos passionis, o Passionaria, porque se pretende, que en lo interior de la flor se hallan representados los instrumentos de la pasión del rdentor del Universo." (Quer y Martínez, Joseph (1695-1764): Flora española ó Historia de las plantas que se crian en España, Volumen 5).

"El género Passiflora contiene aproximadamente quinientas variedades de especies, siendo la mayoría oriundas de Norte y Sudamérica. Esta flor trepadora y perenne es llamada Apincoya en aymara, Tintin y Jampaway en quechua, Granadilla por los primeros españoles en observar su parecido con la granada, y Pasiflora, Pasionaria o Flor de la Pasión por quienes interpretaron en ella los elementos de la pasión de Cristo a fines del siglo xvi. Bernabé Cobo, jesuita español, la describió de la siguiente manera en su Historia del Nuevo Mundo de 1653:
La apincoya es del género de las plantas volubles que se enredan y enlazan en otras. Su flor es muy para ver, por la hechura tan extraña y maravillosa que tiene, que es de suerte, que quien con afecto pío y devoto la contempla. Tiene un olor muy vivo y suave, que no creo que se le aventaje ninguna flor de las desta tierra (cit. en Girault 315). En esta descripción se anticipa el modo devocional en que se apreciará esta flor en Europa."
  (para ampliar el tema consultar Artículo: "Pasiflora mística. Análisis iconológico de una pintura barroca de la Virgen de la Merced", Revista: Aisthesis 2012 (52); Disponible en - redalyc - Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, Sistema de Información Científica)




Flor de Passiflora de Giacomo Bosio (1544-1627); año 1610.
La historia de la Passiflora nos retrotae a la época de la expansión europea, durante la conquista y exploración española del Nuevo Mundo. Fue una de las flores que más admiración causó a los colonizadores de fines del siglo 16 y comienzos del 17, por el misticismo que su simbología despertó en el imaginario popular.
Fue hacia los primeros años del siglo 17 cuando el Papa Paulo V (Roma 1550 – Roma 1621) recibe a un grupo de misioneros que regresaban de América, entre los que se encontraba Fr. Manuel de Villegas con un álbum de dibujos en que figuraba un grabado simbólico de la Passiflora, flor que reproducía varios instrumentos de la Pasión de Cristo. 

También hay quienes dicen que los misioneros habían llevado como presente una planta viva, lo cierto es que ese hecho despertó la inspiración del teólogo Giacomo Bosio (1544-1627), un eclesiástico erudito que estaba escribiendo un tratado sobre la Pasión de Cristo, que posteriormente fue publicado como “La Cruz y el Calvario”.
El mérito de la denominación e interpretación se atribuyen a Bosio ya que fue quien la hizo efectiva: los cinco pétalos y sépalos representan los diez apóstoles, dejando excluidos a Judas el traidor y Pedro que negó a Jesús, la corola, según dicen, con el mismo número de filamentos como espinas ostentaba la corona de Cristo. Sus estigmas simbolizan los tres clavos y la pieza central se asocia a la columna en la que Cristo fue azotado. Los cinco estambres son vistos como cinco puntos o manchas del color de la sangre, que simbolizan las cinco llagas o heridas recibidas. Por eso uno de los nombres comunes que le dieron los católicos de América del Sur y Central fue "La flor de las cinco llagas”.

Desde antes de la llegada de los colonizadores la Passiflora era considerada una planta medicinal de gran importancia para los nativos americanos quienes le atribuían propiedades sedantes y para aliviar el dolor.
Según el Instituto de Tecnología y Alimentos del Brasil, el aceite que se extrae de sus semillas puede ser utilizado para la fabricación de jabones, tintas y barnices. También puede ser refinado para fines comerciales. Es comparable, en valor nutritivo y digestibilidad con el aceite de algodón.
Flor ligada al folclore nativo y a las tradiciones locales, a las letras y las artes, son numerosas las leyendas, canciones, poemas y otras manifestaciones artísticas como la pintura, que la tienen como protagonista.
A continuación dos versiones de leyendas referidas a su creación:

“La leyenda de Mburucuyá"
Mburucuyá era una muchacha española, hija de un capitán, que se había enamorado de un indio guaraní con quien se veía a escondidas de su padre todos los días cuando empezaba a oscurecer. Éste había decidido que su hija debía casarse con un joven capitán español. Una noche, el indio no apareció, había sido asesinado por el padre de Mburucuyá. Al enterarse, ella se hundió una flecha de plumas en el corazón que quedó sobre su pecho como una flor y cayó sobre el cuerpo de su amado muerto. Tiempo después en ese lugar brotó una planta hasta entonces no vista. Esa planta era el mburucuyá.” (Diario La República, Corrientes, Argentina, Ed. 12/11/2006)
 

Lázaro Flury (1909-2002), una de las figuras más destacadas en el campo de la folclorología, publica la siguiente versión sobre la leyenda Mburucuyá: 
"Aconteció esto en las cálidas tierras de Tupí, hace muchísimos años. Tupán no había creado todavía en aquel entonces ni el guayacán, ni el curupay, ni el canambí, ni muchas otras plantas prodigiosas, obra de sus milagros...
Había sobre la costa del Paraná una tribu feliz, muy feliz... Su cacique se llamaba Irnndi y la vida era una bendición de paz y felicidad. Para dicha mayor Irnndi tenía una hija cuyos ojos rivalizaban en esplendor con el Sol, a quien adoraba y adoraba su gente. Como era tradicional, antes de morir, Irnndi expresó que era su voluntad que su hija Isapi (rocío) se casara con el cacique Acaviray...Y aquí comenzó la tragedia. Isapi no lo amaba y no podía amar a ese hombre inhumano con su gente, sensual y desenfrenado... .
Y cuando su padre murió, antes que Acaviray pudiera tomarla, huyó por el bosque, resuelta a morir antes que caer en sus manos. Anduvo muchos días y muchas noches, hasta que sus fuerzas se agotaron y cayó rendida en la selva. Mientras la fiebre la consumía veía pasar en sueños las aguas del Paraná, al alcance de sus manos, deslizándose suaves y rumorosas, para darle en sus hilos cristalinos el precioso líquido para apagar su sed. Y ella bebía.. .bebía. .. hasta que las sombras de la inconsciencia más completa se apoderaron de su frágil y delicado ser.
Quiso Tupán que un sacerdote que vivía con sus indios en las inmediaciones, la encontrara en la selva moribunda. Calmó su sed, sació su hambre y la llevó a su Misión. Ahí Mburucuyá aprendió la lengua de aquel hombre blanco, y de sus palabras dulces, conoció al Dios cristiano, infinitamente bueno, todo amor y misericordia.
Nunca había soñado con un Dios tan bueno y grande que brindó hasta su sangre para salvar a los hombres. Que no conoce ni el odio, ni la venganza, ni la maldad. ¡Un Dios que llama a los hombres para salvarlos! !Que los ama!... ¡Oh; infinito misterio de las cosas! ¡Nunca lo había soñado, nunca!...
Los indios convertidos que no conocían su nombre la llamaron Mburucuyá. En el silencio de las noches ella prometió a ese Dios bueno ofrendar algo en su honor. Y lo propuso al misionero: ir a la tribu que fue de su padre y ofrecerle en la Cruz el camino de la salvación. Y así lo hicieron. Caminaron largos días por la selva y sendas noches. Mburucuyá iba eufórica a cumplir con aquel deber de gratitud.....
Llegaron por fin, y ella, Isapi, la hija del cacique Irundi, explicó el alcance de la visita y el mensaje de Amor en nombre de Aquel ser infinitamente bueno, que había llenado de amor su corazón.
Acaviray, el taimado, escuchó atento a la desertora y, finalmente, con toda frialdad y cinismo, ordenó el lanceamiento de ambos. Misionero y sierva cayeron bajo las flechas arteras en la quietud de la selva, y la cortina de la noche se extendió sobre un drama más...
Pero al día siguiente en el preciso lugar de la ejecución había brotado una planta nueva. Era el Mburucuyá. Su flor era una cruz y Dios puso en ella los atributos de. su pasión: los tres clavos que horadaron sus manos y pies, la corona de espinas que ciñó su frente; las cinco llagas de luz y en el corazón de su corola, una a una las gotas de su sangre preciosa. Y fué desde entonces la eterna Mburucuyá, símbolo del sacrificio por amor a su Dios...
Y Acaviray, al morir, se convirtió en pájaro agorero del mal, cuyo graznido anuncia el odio, y anda por los montes sin reposo, despreciado de todos, llevando aún en sus ojos sanguinolentos todo el rencor que lo incitó al crimen... Es el cuervo o pitá cumpliendo su condena interminable. en la soledad de los bosques umbríos por los siglos de los siglos...."
(Flury, Lázaro: “Leyendas Americanas”, Ciordia y Rodríguez Editores, Bs.As. 1951).

Filatelia Argentina: 
Mburucuyá o pasionaria 
Passiflora caerulea L.
Tirada: 80.000 ejemplares
Vínculos
Mburukujá, Siembra, cuidados y cosecha, Por el Agr. Gilberto Chávez, en Diario ABC, Paraguay
Producción y ventajas del Mburukujá, por el Ing. Agr. José F. Bareiro
La parchita (Passiflora incarnata), por el Prof. Christian Cazabonne.

8 comentarios:

  1. Muy buenos los datos. Gracias por la información. Buena Semana Santa

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  2. queria saber porque las mermeladas que salen en internet no usan la semillas, ni mojan desde el dia anterior la fruta en azucar (como una mermelada comun)sino que hierven la fruta sin semillas y despues las vuelven a hervir con un almibar, ¿si acaso es malo comer las semillas?

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  3. yo tengo el mburucuya pero nunca escuche hablar del maracuya

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  4. No, de hecho las semillas se usan en las mousse de maracuyá o mburucuyá, que es la misma fruta.
    Consultá un recetario on line.

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  5. DIGAMOS QUE ESTE ES EL MBURUCUJA SILVESTRE, ESTA LA OTRA DOBLE Y MAS RICO EL GUARO, NADA QUE VER CON ESTE..

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  6. he leido que los frutos verdes se hierven y quedan tipo zapallitos es verdad?

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