Lonicera japonica Thunb. / Madreselva
El nombre genérico 'Lonicera' fue otorgado por Linneo adaptando al latín el apellido "Lonitzer", en honor del matemático, médico y botánico alemán Adam Lonitzer (1528-1586), oriundo de Fráncfort del Meno, ciudad que desde la Edad se cuenta entre los centros urbanos más importantes de Alemania.
El verdadero interés de Lonitzer fueron las hierbas y el estudio de la botánica. Su primera obra importante sobre hierbas fue 'Kräuterbuch', publicada en 1557. El epíteto 'japonica' de origen geográfico, en alusión a Japón.
Familia: Caprifoliaceae
Del latín caprifolium, compuesto de dos téminos, 'capra: cabra' y 'folium: hoja', para algunos debido a que probablemente la cabras consumen la hojas de la planta y para otros en alusión a que es una planta trepadora, con una habilidad para escalar similar a la de las cabras.
Origen: Asiático. Nativa del este de Asia: Japón, Corea, norte y este de China, Taiwán.
En Norte América es considerada una especie invasora.
Nombres comunes: Madreselva, Madreselva de China, Madreselva del Japón. Suikazura (japonés). Er hua, Ren dong hua, Shuang hua, Jin hua / Jin yin hua (chino: flor de oro y plata). Gold and silver flower, Chinese honeysuckle, Honeysuckle, Japanese honeysuckle, White honeysuckle (inglés). Chèvrefeuille (francés). Geißblatt (alemán). Caprifoglio (italiano).
Arbusto trepador, caducifolio o semicaducifolio, dependiendo de las condiciones ambientales, en zonas cálidas pueden mantener el follaje en invierno.
Planta vigorosa y de crecimiento rápido, ramaje denso y extendido, puede alcanzar varios metros de altura, adecuada como cobertura (se adapta a disposiciones horizontales, verticales, taludes, etc.).
Hojas opuestas, elíptico-ovales, acuminadas; fragantes flores de cáliz tubular y corola bilabiada en los extremos de las ramas. Son doblemente leguadas, abren blancas y cierran amarillentas al envejecer. La floración es prolongada, densa y desprende intensa fragancia.
Los frutos en forma de bayas globosas azul negruzco a la madurez (tóxicos para los humanos), contienen numerosas semillas.
Se adapta bien a diversos tipos de suelo aunque la favorecen los húmedos y enriquecidos con materia orgánica, prospera en ambientes soleados o semi sombra, requiere riego moderado y es tolerante a la sequía. La poda se debe practicar una vez terminada la floración.
En la medicina tradicional china las flores tienen gran valor medicinal y diversas aplicaciones terapéuticas, fundamentalmente se le atribuyen propiedades antibacteriales y antiinflamatorias.
Según las referencias tendrían efecto antimicrobiano de amplio espectro.
Fueron incluidas por primera vez en el Tang Ben Cao (del 659 dC)* y es una de las hierbas chinas más importantes para la limpieza de las toxinas del cuerpo.
* Tratado chino de hierbas medicinales de la Dinastía Tang del siglo VII, primer manual en farmacopea (un libro que enumera hierbas medicinales e instrucciones para su uso).
Investigaciones de Japón y China han confirmado propiedades de ciertas hierbas medicinales entre las que se menciona Lonicera japonica para estimular el sistema inmunológico del cuerpo a efectos de contrarrestar el virus de la gripe (influenza).
La capacidad de estas hierbas se basa en estimular la propia inmunidad del cuerpo, permitiendo que el propio cuerpo sea capaz de luchar con mayor eficacia contra la infección. (Herbal Medicines Found to Inhibit Influenza, Portal healthylifeinstitute.org)
Investigadores chinos han descubierto lo que ellos dicen es la primera 'penicilina virológica' a partir de la hierba conocida como madreselva (Lonicera japonica) que en la medicina tradicional china se ha usado para tratar eficazmente la infección por influenza durante siglos.
Varios estudios mencionan que esta hierba, que por lo general se consume en la forma de infusión (té), puede controlar al virus de la gripe.
En la medicina popular americana las hojas trituradas de la madreselva se aplicaron tradicionalmente en caso de picaduras de abejas. La infusión de las flores en forma de "té caliente" en casos de dolores de garganta.
La madreselva cobró fama con la historia de Tristán e Isolda, probablemente uno de los más famosos y conmovedoras mitos nacidos durante la Edad Media.
Se conservan 'lais'* de distintos autores, entre allos 'La madreselva' de María de Francia (del siglo XII).
A Tristán e Isolda les sucedía lo que a la madreselva y el avellano, una vez que la madreselva se ha unido y entrelazado alrededor del tronco del avellano pueden vivir juntos mucho tiempo, pero si se los quiere separar, ambos mueren rápidamente: “Bella amiga, así nos sucede: ni tú sin mí, ni yo sin ti.” (Madreselva, María de Francia, Lais, siglo XII)
* Los Lais de María de Francia son una serie de poemas narrativos cortos (layes o lais) escritos en anglo-normando, centrados generalmente en glorificar conceptos del amor cortesano describiendo las aventuras de un determinado héroe. (Wikipedia)
En el lenguaje de las flores y plantas, como en la historia de Tristán e Isolda, la madreselva representa el 'amor indisoluble, y debido a su dulce néctar también simboliza la dulzura de ánimo.
Recoger una ramita y llevarla a casa significa traer la felicidad a la familia; obsequiar una rama de madreselva significa prometer lealtad en el amor.
Las madreselvas son tema reiterado en múltiples manifestaciones artísticas como la pintura, el cine, la poesía y la música, que se nutren de la particular belleza y fragancia de sus flores y la tienen como protagonista de sus creaciones:
Destaca entre nosotros el conocido tango "Madreselva", letra del escritor Luis César Amadori y música de Francisco Canaro:
Vieja pared del arrabal / Tu sombra fue mi compañera / De mi niñez sin esplendor / La amiga fue tu madreselva.
Cuando temblando mi amor primero / Con esperanzas besaba mi alma / Yo junto a vos pura y feliz / Cantaba así mi primera confesión.
Madreselvas en flor que me vieron nacer / Y en la vieja pared sorprendieron mi amor / Tu humilde caricia es como el cariño / Primero y querido que siento por él.
Madreselvas en flor que trepándose van / Es su abrazo tenaz y dulzón como aquél / Si todos los años tus flores renacen / Hace que no muera mi primer amor.
Pasaron los años y mil desengaños / Yo vengo a contarte mi vieja pared / Así aprendí que hay que fingir / Para vivir decentemente.
Que amor y fe, mentiras son / Y del dolor se rie la gente / Hoy que la vida me ha castigado / Y me ha enseñado su credo amargo.
Vieja pared con emoción / Me acerco a vos y te digo como ayer/ Madreselvas en flor que me vieron nacer / Y en la vieja pared sorprendieron mi amor /Tu humilde caricia es como el cariño / Primero y querido que nunca olvidé.
Madreselvas en flor que trepándose van / Es su abrazo tenaz y dulzón como aquél / Si todos los años tus flores renacen / ¿por qué ya no vuelve mi primer amor?
'Madreselva' también es el título de una película Argentina en blanco y negro dirigida por Luis César Amadori sobre su propio guión escrito en colaboración con Ivo Pelay que se estrenó en 1938 y que tuvo como protagonistas a Libertad Lamarque y Hugo del Carril.
Refiere Wikipedia: "Luis César Amadori tomó la letra del tango Madreselva, que había escrito tiempo atrás con Francisco Canaro y se había convertido en un éxito y, siguiendo el método muy utilizado por Manuel Romero, lo usó como base para realizar el guión de la nueva película, que una vez estrenada se convirtió en otro éxito sin precedentes en la historia del cine nacional. La voz y la elegancia de la protagonista recorrieron toda América y aún algunas de aquellas escenas dolientes de su argumento son recordadas en países de Europa y hasta en el Japón, donde la película, como los tangos, llegó alguna vez."
Ya en épocas recientes Luis Enrique Bacalov tuvo la idea de colocar este bellísimo tango en una de los cuadros más deliciosos de la película "Il postino", por cuya partitura ganó el Oscar en marzo del 96. Con dicha película el tango 'Madreselva' recorrió el mundo.
Pablo Neruda en el Poema 14: Juegas todos los días, de 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' expresa en una de sus estrofas:
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas, / y tiene hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas / Yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
y Gustavo Adolfo Bécquer:
Volverán las tupidas madreselvas / de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde, aun más hermosas, / sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío, / cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día... / ésas... ¡no volverán!
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