jueves, 18 de marzo de 2010

Árbol de las pasas / Hovenia / Uva japonesa

Hovenia dulcis Thunb. (H. acerba Lindl.) / Hovenia / Palito dulce
Sinónimos: Hovenia Acerba Lindl.; Hovenia inequalis DC.
Hovenia en honor de David Hoven (1724–1787); dulcis hace referencia a la dulzura de los ejes de sus infrutescencias, que recuerdan el sabor de las pasas de uvas. Hoven fue un senador de Amsterdam (Holanda), que en el transcurso del siglo XVIII apoyó financieramente las expediciones botánicas a Oriente, llevadas a cabo por el naturalista, explorador y botánico sueco Karl Peter Thunberg (1743 - 1828).
Familia: Rhamnaceae (Ramnáceas).
"Rhamnaceae: El nombre de la familia tiene su origen en en el género Rhamnus L., cuyo significado en lengua celta es "rama" (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales). 
Origen: Asiático (China, Japón, Corea y Taiwán).   
Nombres comunes: Árbol de las pasas; Banana de Jón; Hovenia, Kenan, Ovenia, Palito dulce, Pasa de turco, Pasa japonesa, Sarmiento japonés, Uva china, Uva del diablo, Uva japonesa, Uva paraguaya (español). Arbre de les panses (catalán). Amora do mato, Banana do japão, Bananinha do japão, Caju do japão, Caju japonês, Chico magro, Gomari, Macaquinho, Mata fome, Passa do japão, Passa japonesa, Pau doce, Pé de galinha, Tripa de galinha, Uva da china, Uva do japão, Uva japonesa, Uva paraguaia (portugués). 北枳椇 (China); Heotgaenamu (Corea), Kenpo nashi (Japón). Chinese raisin tree, Japanese raisin tree, Raisin tree, Sugar tree (inglés). Hovénie sucrée, Raisinier de Chine (francés). Albero dell'uva passa, Ovenia dolce (italiano). Japanisches mahagoni, Japanischer rosinenbaum (alemán). Dužistopka sladká (checo). Japanse krentenboom, Japanse rozijnenboom (holandés). Howenia słodka (polaco). Конфе́тное де́рево (ruso). Kuru Üzüm ağacı (turco). La planta fue introducida en Occidente en las primeras décadas del siglo XIX.Cultivada en Argentina, Paraguay y Brasil.
Árbol caduco de porte pequeño a medio, copa ramificada e irregular, corteza pardo oscura profundamente fisurada longitudinalmente. 
Es un árbol poco exigente en cuanto a condiciones de clima y suelos preferentemente bien drenados. Hojas simple, alternas, pecioladas, trinervadas, de ápice acuminado, márgenes ondulados y finamente aserrados, color verde oscuro, glabras en el haz y ligeramente pubescentes del envés. Inflorescencias axilares o terminales, flores muy pequeñas suavemente fragantes, atraen numerosos insectos. Los pedúnculos de las flores, después de su caída, engrosan y se vuelven carnosos pasando a formar parte del fruto, son de sabor dulce, similar al de las pasas de uva, de allí el origen de gran parte de los nombres vulgares de la especie.
Los frutos subglobosos encierran semillas anaranjadas, están suspendidos en los extremos o embebidos en los mencionados engrosamientos. La especie tiene propiedades ornamentales, maderables, melíferas, alimenticias, forrajeras y medicinales.
Desde el punto de vista farmacológico es referenciada como diurético, antipirético y para dolencias del hígado, asma, bronquitis y diarrea. (Revista Brasilera de Farmacognosia, Avtividad Anneoplásica e Tripanocida de Hovenia dulcis Thumb. cultivada in vivo e in vitro, en The Scientific Electronic Library Online). 
En Brasil por ser un árbol que fructifica en abundancia se ha utilizado ampliamente en la recuperación de áreas degradadas, con el objetivo de atraer la fauna (aves y mamíferos), no obstante recomiendan tomar precauciones respecto a esta especie que está clasificada como peligrosamente invasora ya que reduce la diversidad de las matas nativas y se multiplica rápidamente con la ayuda de los animales.
En la medicina tradicional China sus frutos son considerados antiespasmódicos, febrífugos y lasativos, tienen efecto diurético y las semillas de la Hovenia dulcis se habrían utilizado antiguamente como desintoxicante y neutralizar los efectos de la intoxicación alcohólica. 
Según menciona un artículo de la revista "Muy Interesante", en una investigación de la Universidad de California (UCLA) se hace referencia a la identificación de un compuesto que se extrae de esta planta y que puede emplearse en casos de intoxicaciones etílicas y el síndrome de abstinencia, y por tanto, para tratar el alcoholismo. (Plantas chinas contra el alcoholismo, 17 Ene 2012, portal 'Muy Interesante').
Integra el listado de “100 Especies invasoras en Argentina” con los siguientes indicadores: Hovenia dulcis, Palito dulce, Rhamnaceae, Agresividad y efecto: 99 (grado de invasión medio), afecta a la fauna local, Provincia: Misiones, Áreas Naturales: si .
Por su parte el Programa Mundial sobre Especies Invasoras refiere: Este árbol se ha convertido en un invasor sumamente exitoso en ecosistemas forestales de zonas con clima húmedo, y es una de las mayores amenazas para la biodiversidad de la cuenca del río Uruguay compartida por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Al desplazar a especies forestales nativas, altera la cadena alimenticia y, como consecuencia, produce una reacción en cadena a lo largo de la comunidad forestal que tiene como resultado una reducción de la biodiversidad (GISP - Programa Mundial sobre Especies Invasoras)

Vínculos
Plantas medicinales: Hovenia / Árbol de las pasas (Hovenia dulcis Thunb.), Revista "Por Nuestra Salud", Año XIX. Nº 228 Abril 2012, Colegio de Farmaceúticos de la Provincia de Santa Fe.
Fruit Heotgaenamu (Hovenia dulcis)
Plant with anti-intoxication properties now found to reduce alcoholism, Basal Science Clarified.
MULTILINGUAL MULTISCRIPT PLANT NAME DATABASE

miércoles, 17 de marzo de 2010

Ñandubay

Prosopis affinis Spreng. / Ñandubay 
Sinónimos: Prosopis algarrobilla Griseb.; Prosopis nandubey Lorentz ex Griseb.; Prosopis algarrobilla Griseb. var. ñandubay (Lorentz ex Griseb.) Hassl.
Prosopis, nombre de origen griego al que generalmente le atribuyen un significado dudoso. Una publicación de la FAO sobre el género Prospis en México refiere: "Las primeras referencias sobre este género en México provienen de Hernández, en 1651. Más tarde, el padre Solís describió la presencia de Prosopis durante su visita a las misiones situadas en el extremo norte de la Nueva España, como México que entonces se conocía. También se mencionó en 1789 por Clavijero, en su estudio de la flora de California.
La mayoría de las especies de Prosopis en México se conocen con el nombre de "mezquite", una palabra castellanizada derivada del náhuatl "mizquitl", que significa "corteza que se broncea". Curiosamente, el nombre del género Prosopis proviene del griego antiguo, y se relaciona con las propiedades curtientes de su corteza, que se utilizan en la preparación de pieles de oveja."
(Maldonado, Lorenzo J.*; "Prosopis en México", México. FAO Corporate Document Repository)
* Ingeniero, Director del Centro de Investigación Forestal del Noreste
El epíteto affinis (del latín affinitas: afinidad, parentesco).
Domo del Centenario, Paseo Costanero sobre el río Negro, Resistencia (Chaco, Argentina)
Familia: Fabaceae.
Hábito: Árbol (Perenne). Status: Nativa
Ocupa una extensa área geográfica que comprende parte de Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay.
Distribución Provincias de Argentina: Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Sgo. del Estero, Santa Fe.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay, Uruguay.
Nombres comunes: Algarrobillo/a; Espinillo; Espinillo blanco, Espinillo colorado; Ibopé morotí; Arca (Salta y Jujuy), Visco, Viscote (Catamarca y Tucumán). Cambá cambí.
Nombres de origen guaraní: Ibopé morotí, Igopé morotí, Ivopé, Yvopé moroti. Inhanduvá (portugués, Brasil).
Félix de Azara analiza las características de su madera: “Tampoco se pudre el yandubai o espinillo, pero como sus palos son cortos, tuertos y no gruesos, los emplean solo para hacer corrales de estada y para quemar; porque es la leña mejor del mundo, tanto por la grande actividad de su fuego y duración de sus brasas, como por la facilidad con que arde tanto verde como seca.” (Félix de Azara: “Descripción e historia del Paraguay y del Río de la Plata, cap. V “De los vegetales silvestres”, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, España).
En el Informe de la Comisión Exploradora del Chaco refiere Arturo Seelstrang: "El ñandubay es de la familia de los algarrobos y espinillos y se encuentra entre los montes compuestos de estos árboles. Su corteza es más áspera y su forma más irregular que la de los árboles anteriores. Su fruta da en vainas amarillas con manchas moradas y algo tórridas, de un gusto amargo y desagradable, y solo los avestruces o ñandús se alimentan con ella y aún la buscan, de cuya circunstancia se deriva el nombre del árbol. La madera colorada, sólida y buena para muebles, tiene hasta hoy el único destino de servir para postes de cercos y corrales por su mucha duración y por encontrarse difícilmente árboles grandes." (Seelstrang Arturo: Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Primera Edición: Tipografía y litografía del "Courier de la Plata", Buenos Aires 1878; 2a Edic. EUDEBA 1977).
Por su parte, al describir la flora del Gran Chaco, Luis Jorge Fontana señala: “Entre los árboles que dan maderas más duras se encuentran el ñandubay y el urunday. Mimoseas. La del primero es la más dura, pesada e incorruptible de esta región y de toda la República Argentina; pero es tan sumamente torcida y nudosa, que solo puede emplearse para corrales, pero siendo para este uso muy superior a todas las maderas conocidas; es árbol poco elevado y sus flores son polígamas, formando una vaina seca, sin articulación que, abriéndose en dos, derrama muchos granos.” (Luis Jorge Fontana: "El Gran Chaco", Ed. Solar, Hachette, Buenos Aires, 1977).

Descripción de Lillo: "Prosopis ñandubay Lor. et Griseb.  
N. v. Ñandubai, Ñandubay, Espinillo; Espinillo ñandubay. 
Árbol bajo, no muy grueso, abundante, de madera dura e imputrescible, empleado únicamente para postes. En ciertas regiones ya escasea, en otras no, es decir en aquellas donde abundan los Quebrachos y Urundays. Cuando crece en los bañados su madera es tan resistente como cuando proviene de las lomas." (Lillo, Miguel: Contribución al Conocimiento de los Árboles de la Argentina según colecciones y observaciones de Santiago Venturi, 1910 y 1924, Biblioteca Digital del "Real Jardín Botánico)

"Es uno de los espinillos que crece en nuestra provincia. En este caso es propio del Chaco oriental. Árbol de hasta 15 metros de altura, de tronco corto y muy ramificado, con corteza rugosa de color castaño oscuro. 
Forma copa extendida y constituida por ramas flexuosas provistas de espinas. Las hojas son compuestas y caedizas, integradas por folíolos pequeños. Las flores son pequeñas, amarillentas y melíferas (utilizadas por insectos productores de miel), están agrupadas formando racimos alargados y de mayor longitud que las hojas. Los frutos son vainas amarillentas cuando maduran, alimento del ganado, no se abren para liberar las semillas. Éstas, ovaladas, en número de 10 a 15, miden alrededor de 1,5 cm.” (“Plantas del Chaco: Ñandubay”, por la licenciada Elba L. S. de Romero, Museo de Ciencias Naturales Augusto Schultz, Resistencia, Chaco, Diario Norte Ed. 15/07/2001).

Rafael obligado en su poema "El hogar paterno" recuerda la emblemática cruz de ñandubay colocada en el lugar del combate de la Vuelta de Obligado: "En las barrancas que hacia el puerto ondulan / y avanzan al canal, / do vela el sueño de gloriosos muertos / la solitaria cruz de ñandubay".

Fábula El ñandubay y la paja: “Un pequeño trozo de ñandubay , entre las cenizas del fogón, lentamente se iba consumiendo. Poca llama salía de sus ascuas, pero cantaba suavemente el agua de la pava, y podría seguir cantando así durante muchas horas, antes de que se apagase el fuego.
No muy lejos estaba un gran montón de paja; y la misma brisa que, al correr por la llanura, de vez en cuando avivaba el resplandor de la brasa, susurró al oído del trozo de leña lo que en tono de desprecio venía diciendo él de la paja:
-No sé cómo se llamará esto -decía-, pero seguramente da más compasión que calor. Casi tengo ganas de ofrecerle mi ayuda para enseñarle lo que es fuego.
De acuerdo con el ñandubay , la brisa, soplando fuerte, echó encima del fogón todo el montón de paja.
Soberbia fue la llamarada, pero tan rápida pasó y se extinguió tan pronto, que dejó apenas una ceniza liviana, sin haber siquiera conseguido hacer hervir el agua. Y con calma se siguió consumiendo el pequeño trozo de leña, haciendo suavemente cantar durante muchas horas todavía el agua en la pava.
Lo que vale en la vida es el esfuerzo que dura."
(Daireaux, Godofredo (1839-1916): Fábulas Argentinas, Biblioteca Virtual cervantes)

martes, 16 de marzo de 2010

Cebil / Curupay

Anadenanthera colubrina (Vell.) Morong. / Cebil / Curupay  
Variedades/Subespecies: Anadenanthera colubrina cebil; Anadenanthera colubrina colubrina
Sinónimos: Piptademia macrocarpa; Acacia cebil de A. colubrina var. cebil; Anadenanthera macrocarpa de A. colubrina var. cebil; Piptadenia cebil de A. colubrina var. cebil; Piptadenia macrocarpa de A. colubrina var. cebil; Piptadenia macrocarpa var. cebil de A. colubrina var. cebil; Mimosa colubrina de A. colubrina var. colubrina; Piptadenia colubrina de A. colubrina var. colubrina.

El nombre genérico Anadenanthera significa “sin glandulas en las anteras” y el epíteto colubrina deriva de las palabras latinas coluber (culebra, serpiente) + ina (perteneciente o relacionado); parecido a una serpiente, posiblemente en alusión a la toxicidad de sus semillas.
Curupí en Plaza 25 de Mayo de Resistencia (Chaco, Argentina)
Familia: Fabaceae.
Origen: Perú, Brasil, Bolivia, Paraguay y norte de Argentina. Propio de zonas de clima tropical y subtropical. 
Distribución Provincias en Argentina: Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Sgo. del Estero, Tucumán.
Nombres comunes: Angico, Anchico, Cohoba, Curupa-í, Curupa’-í pitá, Curupaú, Curupay, Cebil colorado, Hataj, Huilca/o, Jataj (wichi), Hakudufha, Huilca, Kahhobba, Kahobba, Kurupa'y, Niopo, Parica, Pariká, Uña de gato, Vilca, Villca, Yopa, Yopo, Yupa. En Brasil es conocida como Angico, Angico, Angico branco liso, Angico cambuí, Angico côco, Angico escuro, Angico liso, Angico vermelho, Aperta ruão, Cambuí, Cambuí angico, Cambuí vermelho, Cauvi, Curupaí, Jurema preta, Monjoleiro (portugués).

Árbol de gran porte, copa aplanada, follaje caduco de apariencia similar a los helechos por la delicadeza de sus hojas, corteza castaño grisácea con características protuberancias de aspecto verrugoso (sobre todo en las ramas jóvenes). 
Las hojas compuestas, alternas, verde claro lustroso, bipinadas (20 a 40 pares de foliolos, opuestos, de márgenes enteros). Inflorescencias terminales o axilares de flores pequeñas en forma cabezuelas esféricas de color crema amarillento y frutos en forma de legumbres o vainas planas, leñosas, castaño rojizo, con estrangulamientos entre semillas. Estas vainas se abren a la madurez dejando caer las semillas, redondeadas y aplanadas, oscuras y brillantes. 
Tiene propiedades ornamentales (arborización urbana, paisajismo), tánicas (la corteza contiene tanino, sustancia que se usa para el curtido de cueros), alimentarias, madereras (madera duradera adecuada para múltiples usos, embarcaciones, muebles, cerramientos, implementos rurales, etc.), melíferas y medicinales. 
Son varias las propiedades medicinales que le atribuyen: antiinflamatorias, astringentes, para curar heridas y picaduras, etc, pero debido a la presencia de alcaloides es peligrosa su utilización sin el adecuado control.
En el Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Arturo Seelstrang refiere: "El curupay es un árbol hermoso. Su corteza es la más usada en las curtiembres y forma un artículo de importancia para el comercio de la vecina provincia de Corrientes. Su madera es muy linda, colorada, con vetas negras, excelente para muebles. La superficie de la corteza de este árbol se distingue por una gran cantidad de asperosidades en forma de granos, que han originado su nombre de curupay, que en guaraní significa cáscara sarnosa " (Seelstrang, Arturo: Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Primera Edición: Tipografía y litografía del "Courier de la Plata", Buenos Aires 1878; 2a Edic. EUDEBA 1977).  
Al describir la flora del Gran Chaco, Luis Jorge Fontana hace referencia al cebil o curupay: “El curupay de los guaraníes, conocido por el nombre de cebil, se encuentra abundantemente en todo el Chaco, tanto en el interior como en la margen de los ríos; el árbol, muy elevado, se reconoce a simple vista por lo rugoso de su corteza, que es un material de nuestra industria; su madera colorada, con vetas negras, es fuerte y muy apropiada para diversos ramos de construcción. Tenemos dos especies que se distinguen por curupay-ná y curupay-atá, y por blanco y negro entre nuestros criollos y también comercialmente.” (Fontana, Luis Jorge: "El Gran Chaco", Ed. Solar, Hachette, Buenos Aires, 1977).

Refiere Lillo: "Piptadenia macrocarpa Bth. N. v.: Cebil colorado; Curupay.Hab.: Salta, Jujuy, Tucumán, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes, Catamarca. Circunferencia media: m. 1,40....Árbol alto, derecho, grueso, abundante, de madera colorada, dura. La corteza es muy apreciada como materia curtiente y la madera para reemplazar ficticiamente al "Urundel" y al "Q. colorado". La albura es blanca pero tomando el sol vuélvese también colorada. En los cerros y regiones secas no crece tanto como en los valles y su corteza es entonces negra y sumamente áspera. Muy utilizado en trabajos de carpintería, se exporta al sur en grandes cantidades." (Lillo, Miguel: Contribución al Conocimiento de los Árboles de la Argentina según colecciones y observaciones de Santiago Venturi, 1910 y 1924, Biblioteca Digital del "Real Jardín Botánico)

El Presbítero José Sánchez Labrador se refiere al uso medicinal y alucinógeno del curupay, en el Paraguay del s.XVIII: "Curupay: La corteza de estos árboles es amarga al gusto, y astringente: tienese por caliente y seca en el 2do. Grado. Con ella se disponen baños y vahos muy eficaces contra las enfermedades originadas de frío, contra las hinchazones de los pies, del vientre y dolores de los miembros, y contra el mal Gálico, con tal que no sea antiguo; tómase su decocción por la boca y se lava con ella por de fuera, hace sudar mucho. La decocción y también la infusión de las cortezas y astillas, obra con facultad abstergente, y cierta acrimonia, así cura la sarna, la Tiña, los herpes y otros males cutáneos semejantes."
Más adelante señala: “Los indios mbayas, cojían la baynas secas antes de abrirse, las molían o quebrantaban, y encerrados en una cabaña sin respiradero, con arte indecente hacían entrar el humo de las que quemaban, no solo por las narices sino también donde se desahoga el vientre de los excrementos. Perseveraban en este brutal divertimento al fuego, al humo y al calor de sus cuerpos, trasudando y llenándose de humo y de furor; luego salían como de un Toril embriagados, a hacer reir a unos, y llorar a otros, vengando en esta furiosa falta de juicio sus imaginados agravios. Al presente hacen el mismo uso los Omaguas, indios del río Marañón, y les dura la embriaguéz 24 horas. Llaman también a las dichas baynas cumpa porque hablan la lengua Guaraní. Toman el humo por las narices con un cañón, que tiene la figura de una Y griega o que termina en horqueta, metiendo en cada nariz un pie de ella. Dicen que en ese tiempo tienen visiones gustosas. Esta operación, seguida de una violenta aspiración, los pone en estado de ridículos, pero pasa esto en aquella nación por un hecho gallardo.” (Sánchez Labrador, Presbítero José: “La medicina en el Paraguay Natural (1771-1776)"

El empleo del polvo obtenido de las semillas del cebil o curupay como alucinógeno, en ritos y ceremonias tribales, se remonta a varios siglos atrás. Los indios guaraníes preparaban el curupay o kurupa indio, que aspirado en forma de rapé provocaba un estado de éxtasis con visiones.
En la región andina de la actual Argentina también está registrado el uso del cebil desde tiempos prehispánicos. En el contexto de las prácticas religiosas el consumo de alucinógenos era el medio que permitía acceder al mundo de lo sagrado.

En un trabajo sobre “El cebil y el shamanismo wichí” sus autoras expresan: “El cebil, hatah, es el alucinógeno empleado entre los shamanes wichí del Chaco central. Este alucinógeno cuya eficacia se debe a la inhalación del polvo de las semillas, es esencial para la realización de la ceremonia del hatáh, en la que tiene lugar el viaje shamánico.
“El hatah (también mencionado como misa), puede ser ejecutado por dos o más shamanes que reunidos, ingieren el psicotrópico del mismo nombre y “viajan” a otros sectores del cosmos. El objeto central de la ceremonia, pues, gira en torno de la inhalación de cebil, hatah (anadenanthera macrocarpa sp.), de tal modo que haga posible que el alma se separe y “vuele” abandonando al cuerpo, y pueda así ver desde la altura si se acercan enfermedades, catástrofes o ataques de grupos vecinos (ya bélicos en la historia, ya materializados como maldiciones hoy y entonces).” (El devenir de bienes e instituciones: "El cebil y el shamanismo wichi". María Cristina Dasso; Guadalupe Barúa, en Pueblos y Culturas de las Américas: Diálogos entre Globalidad y Localidad, 52 Congreso Internacional de Americanistas, Sevilla, 2006)

Vínculos
Anadenanthera colubrina, SIB, Sistema de Información de Biodiversidad
Principios Activos con Acción Alucinógena: II. Bufotenina y otras Triptaminas. Su presencia en Anadenanthera peregrina (L) Spegazzini (Leguminosae), GRACIELA M. BONGIORNO de PFIRTER y ELOY L. MANDRILE. Cátedra de Farmacognosia, Departamento de Ciencias Biológicas, Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Naciond de La Plata, La Plata, 1900, Argentina.
 Curupay, cebil colorado, en Herbotecnia: Especies vegetales autóctonas.

viernes, 5 de marzo de 2010

Chal chal / Cocú

Allophylus edulis (A. St.-Hil., A. Juss. et Cambess.) Radlk. / Chal chal / Cocú 
Sinónimos: Allophylus edulis var. gracilis; Allophylus edulis var. rosae; Allophylus pauciflorus var. rojasii; Schmidelia edulis; Urvillea seriana.
Familia: Sapindaceae.
"Sapindaceae: El nombre de la familia tiene su origen en en el género Sapindus L., síncopa de sapo-indicus, que significa en latín: "jabón de la India", aludiendo a las saponinas que abundan en el exocarpo de los frutos de Sapindus saponaria L."  
"Allophyllus : El nombre del género se deriva de las palabras griegas allo (diverso, distinto) y pyllon (hoja, folíolo), probablemente por la diferencia morfológica o dimensional que existe entre los foliolos de una misma hoja." (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales)
Otra interpretación deriva el nombre genérico Allophylus del griego allos (de otro, distinto) y phylus (nación), en referencia a una situación geográfica, pues el material de la descripción original era procedente del Ceilán (actual Sri Lanka).
El término específico edulis (del latín) significa comestible, siendo sus frutos muy apreciados por el hombre y los animales silvestres.*
Origen: Nativo. 
En Argentina crece en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
Nombres comunes: Cocó, Cocú, Kokú, Wacú, Chal chal, Chalchal, Coloradillo, Fruta del loro, Frutilla de los pájaros, Frutilla silvestre, Natan nanaqte (toba, Martínez Crovetto, 1964); Picazu rembiú (guaraní: comida de paloma); Coguy.
Baga de morcego, Fruta de faraó, Fruta de jacu, Fruta de passarinho, Fruta de pavão, Fruta de pomba, Murta branca, Murta vermelha, Olho de pombo, Ovo de pomba, Pau de pedreira, Pé de galinha, Quebra queixo, Vacum, Vacunzeiro (portugués). False currant (inglés)... 
Refiere Lillo: "Allophyllus edulis Juss. N.v. Picazú rembiú (Chaco); Chalchal (Tuc.). Hab. Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy. Circunferencia media: m. 0,85. Especie parecida a la de Misiones; árbol delgado, abundante, sin espinas, de madera amarillento-oscura y blanda, no utilizada. Guarany: Picazú: paloma; rembiú; comida." (Lillo, Miguel: Contribución al Conocimiento de los Árboles de la Argentina según colecciones y observaciones de Santiago Venturi, 1910 y 1924, Biblioteca Digital del "Real Jardín Botánico). 
Del libro "100 Árboles Argentinos" extraemos la siguiente descripción: "El chal-chal, conocido en el área de influencia guaraní como cocú, por ahora es más famoso entre las aves que entre nosotros. Es que tiene unos frutos carnosos apetecidos por los pájaros como los zorzales. A tal punto que al zorzal se lo conoce también en el noroeste argentino como zorzal chalchalero. De allí que estas aves de cantos melodiosos fueran elegidas para bautizar al famoso conjunto folklórico "Los Chalchaleros".
Por otro lado, es uno de los árboles nativos más indicados para uso ornamental, inclusive en sitios sombreados. Pues al valor de suministrar
alimento a las aves debe adicionarse un follaje decorativo. Los frutos le agregan un bonito salpicado de colores amarillos y rojos. Además la corteza del chal-chal es colorida, con parches rojizos." (Haene, Eduardo y Aparicio, Gustavo: "100 Árboles Argentinos", Ed. Albatros, Buenos Aires, 2007)
Árbol de pequeño porte o arbustivo, corteza castaño rojiza, escamosa, se desprende fácilmente en ejemplares adultos, follaje perenne, hojas compuestas, trifoliadas, foliolos glabros de bordes dentados, ápice acuminado, color verde lustroso. Copa de follaje muy ramificado y tupido.
Es de rápido crecimiento y
fácil propagación, , a lo que contribuyen las aves que se alimentan de sus frutos; tiene pocas exigencias en cuanto a las características del suelo.
Floración primaveral. Fructificación en verano (la gran cantidad de frutos que produce son de fundamental importancia en la dispersión de la especie).
Los frutos son en forma de drupa globosa, comestibles, amarillos cuando jóvenes y naranja rojizos a la madurez, de pulpa dulce muy apetecida por aves de todo tipo, de allí uno de sus nombres comunesPicazu rembiú(comida de paloma en guaraní) y también una variedad de zorzal conocido chalchalero (Turdus amaurochalinus).

En la publicación “Aportes Botánicos de Salta” de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Salta se menciona que “con sus frutos comestibles, de gusto dulce y agradable, se prepara una bebida
fermentada conocida como aloja de chalchal”.
Destacan sus propiedades ornamentales, medicinales (tradicionalmente empleado en afecciones hepáticas, intestinales y digestivas), alimentarias (frutos comestibles en estado natural y fermentados en la fabricación de aloja), las hojas machacadas se usan para saborizar el mate frío (tereré), la madera se usa como leña.

* Biondi, D.; Leal, L.; Cobalchini, J..: "Tratamentos Silviculturais em mudas de Allophylus edulis para Arborizacao de ruas". FLORESTA, América do Sul, 2007
"Kokû: Sus propiedades curativas son muy valiosas referentes a las enfermedades del hígado. Sus hojas y su tallo poseen beneficios especialmente hepáticos y se utiliza para combatir la hepatitis, el cáncer de hígado y la cirrosis hepática. 
Es eficaz para el tratamiento de las afecciones del hígado y de las vías biliares, también como digestivo.    
Se utiliza como depurativo hepático, pues actúa como antiinflamatorio de las afecciones digestivas, mejora la insuficiencia de la secreción biliar y es utilizado en casos de digestión lenta. Ayuda a evitar la formación de gases, además actúa como laxante si la persona posee  estreñimiento crónico. 
Esta planta se extrae de la tierra, se limpia bien con agua potable, luego se machaca, se introduce en la jarra o termo para tereré acompañado  con un pedazo de hielo para que se encuentre fresco.
También se puede consumir como infusión en el mate."  (ABC Digital, Edic. 28 DE ENERO DE 2011, Paraguay).

Vínculos
PLANTAS QUE ATRAEN AVES, Chal-chal o koku, Por Alejandro Bodrati y Eduardo Haene, Aportes Botánicos de Salta: Sapindaceae, María Silvia Ferrucci, Vol. 7, Nº 4, julio 2004, Salta, Argentina.