jueves, 7 de abril de 2016

Guayacán

Caesalpinia paraguariensis (D. Parodi) Burkart / Guayacán
Sinónimos: Acacia paraguariensis; Caesalpinia coriaria; Caesalpinia melanocarpa.
"Caesalpinia: El nombre del género honra la memoria del médico, botánico, naturalista y filósofo italiano Andrea Cesalpino (1519-1603). Cesalpino fue director del Jardín Botánico de Pisa entre los años 1544-1558. Sus estudios fisiológicos sobre la circulación sanguínea, aún en el presente han sido subestimados, sin embargo a la luz de varios de sus escritos, se sabe que profundizó en sus secretos antes que el fisiólogo William Harvy. De todos sus trabajos escritos, su obra más importante y la que lo volvió inmortal fue: De plantis libri XVI, publicado en Florencia en 1583, dedicada al Gran Duque Francesco de Medici. Fam. Fabaceae." (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales).
El epíteto geográfico 'paraguariensis' de origen geográfico hace referencia a nuestro vecino país Paraguay.
Estado de conservación: UICNVU- Vulnerable según UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.) Lista Roja de la UICN. 2004.
Guayacán en Parque Ávalos, Resistencia (Chaco, Argentina)
Familia: Fabaceae (Caesalpinioideae).
Hábito: Árbol (Perenne). Status: Nativa.
Distribución Provincias de Argentina: Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Salta, Sgo. del Estero, Santa Fe, San Luis, Tucumán
Países Limítrofes: Paraguay. (Base de datos de Flora Argentina)
Es endémico de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Nombres comunes: Algarrobillo, Ébano argentino, Guayacán blanco, Guayacán hu, Guayacán negro, Guayacaú negro, Palo santo. Alagania. Pau ferro (portugués). Argentine brown ebony, Black nicker bean, Black nicker nut, Brown ebony, Hard black ebony, Tree of life (inglés). Césalpinie du Paraguay (francés).
Hualaxañec* (lengua toba); Ibirá berá / Ibiraverá / Yvirá verá (lengua guaraní: palo brillante); Ivirayepiro* (izoceño-guaraní); Á'yiik, Jwá’kiyik* (lengua chorote); Woch’oyekw, Woch’o- yekw (lengua wichi).*"Hualaxañec" (registrado por: Martínez, Gustavo Javier: Fitonimia de los Tobas Bermejeños (Chaco Central, Argentina), Centro del Hombre Antiguo Chaqueño (Chaco), Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica). 
*"Ivirayepiro" (registrado por: "PLANTAS DEL CHACO II, Usos tradicionales Izoceño-Guaraní", Santa Cruz, Bolivia, 2002).
El nombre de esta planta viene del guaraní-ivira, "palo". Yepiro designa a la corteza que se va desprendiendo.

*"Á'yiik, Jwá’kiyik" (registrados por: Scarpa, Gustavo F.: "Etnobotánica Médica de los Indígenas Chorote y su comparación con la de los criollos del Chaco Semiárido (Argentina). Darwiniana, Vol. 47, Núm. 1, 2009, REDALYC, Sistema de Información Científica).
*"Woch’oyekw, Woch’o- yekw" (registrados por: Suárez, María Eugenia: "Fitonimia Wichí de Hierbas y Bejucos del Chaco Semiárido Salteño", Argentina. Bonplandia 20 (2), 2011).
Árbol de copa amplia y follaje delicado que permite el paso de la luz del sol proporcionando una media sombra. Tronco de corteza verde grisácea, delgada y lisa, que se desprende dejando ver sus características manchas de diferentes tonalidades (verdes, ocres y herrumbre). Ramas glabras con lenticelas.  Hojas compuestas, alternas, bipinnadas, folíolos oblongos, opuestos o subopuestos, subsésiles, margen entero, destaca solo la nervadura central. Inflorescencias en racimos axilares de vistosas flores amarillas en primavera.
Frutos en vaina leñosa, indehiscentes, ovoides a cuadrangulares, superficie lisa y lustrosa.
Entre sus propiedades se mencionan las medicinales, forrajeras, ornamentales, melíferas, tintóreas y tánicas.
Sobre las propiedades medicinales del guayacán, en la revista de Ciencias Forestales Quebracho de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Santiago del Estero, se menciona:  
"Estudios etnobotánicos realizados en nuestra provincia determinaron que esta especie se usa en forma de decocción de los frutos molidos (adicionados, ocasionalmente, de hojas o corteza) para la tos y el resfrío. Con el mismo fin se emplea la decocción de las semillas molidas. La decocción de hojas y corteza se usa para tratar el reumatismo, en forma de baños. La infusión de sus frutos se usa para calmar dolores estomacales. Además se emplea para disipar coágulos de sangre producidos por golpes; abortivo, etc. Uso medicinal de corteza y frutos."
Características de la madera de Guayacán (Caesalpinia paraguariensis): Muy dura, muy pesada, contracciones medianas, impenetrable, veteado suave, brillo mediano, textura fina y homogénea, grano entrelazado, poco durable. Uso: Construcciones rurales, corrales, bretes, mangas, pisos de vivienda familiar, postes, carbón. La corteza se utiliza en medicina natural porque previene el colesterol. Su fruto se usa como alimento para el ganado vacuno. (Maderas nativas del monte chaqueño, por Ing. Ftal. Pedro Delvalle , INTA Benítez).
Descripciones de la especie por parte de viajeros, cronistas e historiadores:
Martin Dobrizhoffer, un misionero jesuita que residió largo tiempo entre los aborígenes del territorio chaqueño, relata: “Guayacán: Sin duda se equivocan quienes consideran como iguales el palo santo y la madera Guayacán, si bien yo concuerdo con ellos en que si poseen iguales virtudes sanitarias, ambos árboles se distinguen manifiestamente no sólo en el nombre sino también en la forma. El Guayacán, en abipón Eneraranrat Laérana, crece más o menos a la altura de un nogal y se halla cargado de muchas ramas de las cuales brotan unas hojas duras, pequeñas y parecidas a las hojas del árbol algarrobo, en el cual crece el pan de San Juan [algarroba]. Sus flores son de un amarillo azafrán. De ellas se producen frutas con una semilla gruesa. La médula del árbol, cuanto más negra es, contiene tanta más resina. Su corteza es igualmente resinosa, dura, compuesta de varias pellejos o telas, de color gris-ceniza del lado de afuera, con manchas entreveradas de rojizo pálido del lado interno, de sabor amargo pero de olor agradable y, según se dice, posee mayor eficiencia medicinal que las mismas partículas leñosas. Los médicos Juan Fabri de Florencia, Fracastor, Hutten, Neerhace, ponderan hasta al cielo como el remedio más eficiente contra el mal venéreo al árbol Quayacán o como ellos [dicen en ese pasaje] Quayacum. Los célebres marqueses y médicos imperiales de cabecera, van Swieten y A. Stöck como también otros médicos más experimentados de Viena estiman aún hoy día en mucho la quina, Ruibarbo, Zarzaparrilla, Jalapa, Mechoacán, Sasjafrás, Palo Santo y Guayacán, aunque ellos han desestimado y desacreditado una gran cantidad de otros medicamentos muy estimados entre los antiguos. Esta consideración me indujo a detenerme algo más en la descripción de estas plantas.(Dobrizhoffer, Martino: “Historia de Abiponibus, equestri bellicosaque Paraquariae natione”, 1784. Traducción de Edmundo Wernicke: “Historia de los Abipones”, Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Humanidades, Departamento de Historia, Resistencia, Chaco 1967)

Padre José Guevara de la Compañía de Jesús: "El guayacán, que llaman comúnmente palo santo, tan celebrado en la medicina por sus calidades curativas, y apreciado para las fábricas y manufacturas, abunda en muchas partes de las tres especies conocidas en el mundo. Pero en tierras de guaycurús, al poniente del Paraguay, entre el Pilcomayo y Yabebijy, y también en algunos lugares del Chaco, se cría otra cuarta especie, que merece particular mención. Es árbol grueso, alto, resinoso, aromático, y de madera fortísima. Las flores anaranjadas declinan en amarillas, y dentro encierran unas mariposas, que a su tiempo rompen la cárcel de flores, y salen de la cuna de su nacimiento a gozar aires más apacibles. Su duración es brevísima, y cuando presienten la vecindad de la muerte, se meten debajo de tierra, mueren soterradas, y de lo interior de su cuerpecillo nace la planta del guayacán, pequeña al principio, y después de grandeza desmedida. Esta generación es descrita sobre el dicho y autoridad de los indios, poco curiosos en indagar los arcanos de la naturaleza. Si es verdadera, se hace creíble que las mariposas saquen consigo la natural simiente, y que ésta necesite de algún fomento de vivientes sensitivos para que después soterrada, se pongan en movimiento los órganos de vida con la agitación, y empiece a crecer la planta con la atracción de los jugos." (Historia del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán, por el padre José Guevara de la Compañía de Jesús, Libro primero, II Parte, De los árboles, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
Al describir la flora del Gran Chaco, Luis Jorge Fontana hace la siguiente referencia: "Entre las plantas que hemos indicado, suele encontrarse casi aislado, porque nunca forma grupos, el gigantesco guayacán, Caesalpinia melanocarpa, que ofrece una de las maderas más exquisitas de esta región; la de los gajos más delgados es colorada, con vetas más oscuras, muy finas y la del tallo, que generalmente se eleva a más de veinte pies, es negra como el azabache y durísima; cuando está pulida difícilmente podrá el ojo desnudo reconocer sus fibras." (Fontana, Luis Jorge: "El Gran Chaco", Ed. Solar, Hachette, Buenos Aires, 1977)
Por su parte, en el Informe de la Comisión Exploradora del Chaco (Octubre 1875 hasta Marzo 1876), refiere Arturo Seelstrang: "Existen dos clases de guayacán, que difieren entre si por el olor de su madera, siendo idénticos en todo lo demás. La corteza es muy fina, como de un milímetro de grueso; sus hojas menudas y redondas como de cinco milímetros de diámetro; la flor amarilla; la fruta negra en forma de vainas de cinco a siete centímetros de largo, y se obtiene de ella tinta. La madera es dura, pesada, oscura y veteada, y se aplica por lo general para objetos torneados. Cuando es verde se asemeja mucho al palo santo, y se confunde con él su color, pero no tiene el aroma que tanto a éste distingue y es además más dura y pesada." (Seelstrang Arturo: Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Primera Edición: Tipografía y litografía del "Courier de la Plata", Buenos Aires 1878; 2a Edic. EUDEBA 1977).

Jorge Oliva reproduce en su libro "Historias del Gran Chaco" el siguiente relato atribuido al grupo Mataco-Maká, subgrupo Nivaclé:
El Guayacán: Las mujeres aborígenes cuando encuentran a un hombre que les gusta lo marcan rasguñándole el rostro, el pecho y los antebrazos, el hombre es elegido siempre por la mujer y no puede tomar la iniciativa. La sangre de los rasguños indica que ese hombre está comprometido con esa mujer.
Un día una muchacha que no había conocido hombre caminaba por una senda en busca de agua. De pronto se encontró con el árbol Nasuc, el Guayacán y se encendió su pecho.
Totalmente enamorada, se abrazó apasionadamente al árbol y sin poder contener su deseo, arañó la corteza hasta que brotó sangre. Todos los días, camino a buscar agua, realizaba la misma ceremonia de abrazar y rasguñar a Nasuc, mientras lo encerraba en sus brazos le decía: ¡Como me gustaría que fueras hombre para poder casarme contigo!
Eso continuó durante muchos días hasta que una mañana un hombre se apareció en la choza de la muchacha y sin pedir permiso, no respetando la costumbre, se acostó a su lado diciéndole: Vengo a casarme contigo.
La muchacha sorprendida le dijo que ella no quería casarse con nadie pero el hombre le aclaró que él era Nasuc y que su amor y su deseo lo habían transformado en un ser humano.
Nasuc le repitió las palabras, las que la muchacha decía cuando abrazaba al árbol llena de deseo. La joven quedó convencida y se casó con él.
La mujer vivía con su abuela y Nasuc vio que eran muy pobres y no tenían nada para comer.
Entonces el marido le pidió a la abuela semillas para sembrar pero la anciana trató a Nasuc de estúpido pues era invierno y como todos saben no se pueden plantar en esa época. El hombre quedó muy ofendido pero no dijo nada, le preguntó a su mujer: ¿Sabes donde hay una vieja aldea abandonada?
Al día siguiente el matrimonio viajó hasta donde había una aldea sin habitantes y buscando entre la basura Nasuc encontró toda clase de semillas.
Luego el hombre buscó un campo y decidió que allí podía sembrar.
Se sentaron a la sombra de un gran árbol y Nasuc llamó al tapir o gran bestia y le ordenó que arrancara todos los árboles del campo. Llamó luego al torbellino y este con sus remolinos sacó todos los pastos, la basura y los troncos. Luego que quedó limpio llamó a la paloma, a la araña, a todos los pájaros e insectos del monte y les ordenó que sembraran las semillas.
Los animales sembraron sandía, zapallo, melón, calabaza y otras plantas que dan frutos para comer.
Entones Nasuc ordenó a su esposa que se pusiera de espalda al campo y que lo espulgara, le dijo que no podía mirar atrás para que broten las semillas.
La mujer hizo lo que el hombre le indicó y no volvió su rostro aunque escuchaba a sus espaldas el ruido de las plantas de maíz al crecer.
Esa noche pudieron comer asando las espigas.
Al día siguiente llegó la abuela de la esposa y le pidió al hombre una sandía para comer. Arriba de ella colgaba una gran calabaza. Cuando la abuela tomó la sandía Nasuc con un gesto hizo que la calabaza cayera sobre la anciana y la transformó en sapo.” (“El Guayacán”, Grupo Mataco-Maká. Subgrupo Nivaclé, del libro “Historias del Gran Chaco: Recopilación de relatos aborígenes”, de Jorge Oliva. Biblioteca Miguel de Cervantes).

Guayacán (de Aledo Luis Meloni, de TIERRA CEÑIDA A MI COSTADO, Edit. Norte Argentino)  
Un guayacán, al sol, se entrega a su destino: polvareda de oro en la tarde bermeja. Se adivina en su copa la fiebre azul del trino y la maravillosa alquimia de la abeja.

Vínculos
Sistema de Información de Biodiversidad - SIB, Administración de Parques Nacionales
Arte Toba (se menciona la utilización del guayacán)
Actividad antibacteriana de extractos de hojas de Caesalpinia paraguarensis, Par. Burk., "Guayacán", Vattuone, M. A.; Martínez, R. H. Corzo, A. G., Revista Quebracho 15, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad de Santiago del Estero

11 comentarios:

  1. MUY BUENA RECOPILACION

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  2. Resiste las heladas? lo quiero plantar en alta gracia cordoba

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  3. boleta las hojas en mayo y brota entre octubre y noviembre . es muy lerdo para crecer.

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  4. Me Gustaría conseguir los frutos.del Guayacán negro. Jose Ferraro 0297 154947155 soy de.santa.Cruz

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    1. hola mis padre tienen la planta en su campo si queres t vendo yo soy del chaco

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  5. si algien conoce de las postuladas propiedades medicinales de la corteza

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    1. El laboratorio SAUBER de Tucuman vende un superconcentrado para disminuir los riegos vasculares por su alto poder antioxidante tengo a mano un frasco que lo compran en una farmacia de SAENZ PEÑA

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    2. SE UTILIZA POR SU ALTO PODER ANTIOXIDANTE, PARA PREVENIR ENFERMEDADES VASCULARES SEGUN EL CONCENTRADO QUE VENDE EL LABORATORIO SABUER DE TUCUMAN

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  6. Hace algunos años conocí las virtudes del Guayacán, comencé a tomar un té preparado con la corteza del mismo. Hablando con una mujer del Chaco supe que en ese lugar, las personas se curaban determinadas patologías y molestias con un té hecho con la corteza de ese árbol.
    Dios creó plantas maravillosas para que las usemos para nuestro bien. Es cuestión de investigar.Saludos.

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