sábado, 22 de diciembre de 2007

Jazmín magno / Frangipani

Plumeria rubra / Jazmín Magno / Frangipani
Jazmín magno en flor, Av. Ávalos 800 / 900, Resistencia (Chaco, Argentina)
Plumeria en homenaje a Charles Plumier (1646-1704), misionero y naturalista francés que llevó a cabo numerosas expediciones botánicas en Europa, el Caribe y América del Sur (Brasil). 
Su primera obra fue “Description des plantes de l’ Amerique, avec leurs figures". (Paris, Impr. Royale, 1693). 
Rubra/um (del latín): rojo, rubio, colorado. 
En cuanto al origen del nombre Frangipani, según algunos derivaría del francés frangipanier, "leche coagulada", en referencia al látex que emanan sus ramas al cortarlas; otros en cambio aseguran que se habría originado en un perfume cuya creación es atribuída al conde de Frangipani, integrante de una antigua familia romana de la nobleza italiana y mariscal de campo de Luis X.  
Familia: Apocynaceae.
"Apocynaceae: El nombre de la familia tiene su origen en en el género Apocynum L., que a su vez se deriva de las palabras griegas apo (aparte, lejos de...., separado), y cyon o cunus (perro); "nocivo para los perros", aludiendo a que en la antiguedad la planta se usaba como veneno para los mismos." (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales).
Origen: nativo de México, América Central hasta Colombia, y cultivado como ornamental en casi toda las zonas tropicales y subtropicales del mundo.  
Nombres comunes: Alelí (Puerto Rico); Amapola (Venezuela); Araliya, (Sri Lanka); Árbol de cementerio (Graveyard tree); Árbol de pagoda (Pagoda tree), Árbol de templo (Temple tree); Caracucha (México); Champa / Jampa (Laos, India); Jazmín mango; Juche; Frangipani; Flor de la Cruz (Guatemala); Flor de mayo (por la época de floración); Flor de leche (Milk flower), Flor de San Antonio; Sacuanjoche (Nicaragua); Flor de templo (Temple flower); Frangipane / Pomelia (Italia); Frangipanier (Francia); Grangipanes; Jazmín mango; Jepun (Indonesia); Lanthom / Leelawadee.(Tailandia); Kalachuchi (Filipinas); Kang Nai Xin (China); Kemboja kening (Malasia); Melia (Hawai); Plumeria; Tipanier (Tahití)…. 
El sacuanjoche es la flor nacional de Nicaragua.Árbol de pequeño porte, corteza delgada color castaño grisáceo y ramas gruesas y ascendentes, desarrolla una densa copa que proporciona buena sombra.
Hojas grandes, alternas, lanceoladas, la cara inferior más clara y con la nervadura central destacada, se
"Jazmín magno" en 'Chalet Rapaccioli' (Patrimonio Cultural del Chaco), actualmente Instituto del Riñón, esq. de Mitre y Corrientes, Resistencia (Chaco, Argentina).
ubican hacia los extremos de las ramas.
Muy empleado como árbol ornamental por la belleza y colorido de sus fragantes flores.
En Hawai son usadas engarzadas a manera de collares a modo de agasajo.
En nuestra zona la variedad más difundida es la tricolor con tonalidades rosadas hacia los bordes exteriores y blanco-amarillentas en el centro.
La corteza, el látex y las flores tienen aplicaciones en medicina popular.
 
A pesar de no ser un árbol nativo de la India se lo ha cultivado desde tiempos remotos e incluso se ha asimilado a los mitos y creencias religiosas del país. Precisamente, sus nombres comunes de connotaciones religiosas tienen origen en el tradicional uso de sus flores en la ornamentación de templos, ofrendas, rituales religiosos y otros agasajos ceremoniales, que con el tiempo les fueron otorgando un carácter místico que llega hasta nuestros días. 
En algunos lugares de México es costumbre ofrecer a los santos guirnaldas de flores de Plumeria y también colgarlas en las cruces de los caminos.  
EL Sacuanjoche es la Flor Nacional de Nicaragua, el Ministerio de Educación de dicho país refiere: "Científicamente denominada Plumeria rubra acutifolia, es voz azteca, según la definición del investigador General Alfonso Valle, descompuesta así: "zacuani" pluma preciosa amarilla, "xochitl" flor.
Se cuenta, que nuestros antepasados precolombinos bañaban a los recién nacidos en los azahares del sacuanjoche.

Los mayas atribuyen al sacuanjoche, y más específicamente a su fruto, un concepto divino, por cuanto, observaron que de un péndulo sólo, le salían dos vainas, lo cual era la representación simbólica de un principio vital común, que da origen a dos géneros distintos, uno masculino y otro femenino.
Don Carlos A. Bravo, maestro de la narrativa del paisaje nicaragüense, la llama "La Flor Escogida" y dice que "hay trozos de montaña por los Sábalos, en donde alguien sembró toda la variedad de la Flor Nacional. En ella hay un tinte del amarillo, que es el color sagrado de los indios, el que les habla del pasado, de sus dioses y de sus ensueños. Amarillo es el sol, la llama, la flor, las alas del pájaro predilecto, el fuego del volcán que les cuenta de sus antepasados y el que ellos han divinizado haciéndolo un dios".
Se cultiva con frecuencia en jardines y parques con sus hermosas y fragantes flores coriáceas, muy usadas para hacer coronas y guirnaldas. Estos arbustos se desarrollan muy bien en los terrenos secos y abundantes de lavas
volcánicas de la zona del pacífico. Se encuentran, en forma silvestre, más de diez variedades: blanca rosada, blanca amarilla, blanca roja, blanca pura, rosada amarilla, rosada morada, etc, pero al sacuanjoche o Flor Nacional, corresponde la flor de color blanco hueso con centro amarillo, que es la flor que aparece estampada en los billetes de uno, cinco, diez y veinticinco centavos." (Ministerio de Educación de Nicaragua).

"Los siete príncipes”,  una antigua leyenda de la India asociada con el árbol llamado Champa (Plumeria).
Hace mucho tiempo había un rey con dos esposas. Como la de mayor edad era incapaz de tener hijos, conspiró para matar a todos los hijos que trajera al mundo la joven esposa del rey. 
Cada vez que nacía un hijo de la pareja, ella sustituía al recién nacido por un mono, y así ocurrió con siete hijos varones y una hija mujer, todos corrieron la misma suerte.
El rey indignado ante estas circunstancias había dado órdenes para que el  entierro se llevara a cabo fuera del palacio, cerca de los muros exteriores y la reina más joven fue desterrada.
Con el paso del tiempo, en el lugar donde enterraron a los recién nacidos, crecieron siete árboles de hermosas y fragantes flores y junto a ellos también un árbol más pequeño y de aspecto delicado.
La fama de estos árboles fue creciendo en el reino ya que nadie podía acercarse ni arrancar sus flores excepto la reina más joven.
El rey se enteró de ésto y le pidió a su jardinero que le trajera algunas flores, pero cuando éste regresa con las manos vacías sin haber podido cumplir sus órdenes, decide comprobar por si mismo si lo que se decía era cierto. 

Había ido acompañado de la reina, y cuando ella intenta acercarse a los árboles, las ramas se apartaron bruscamente y se escuchó claramente una voz que gritaba "asesina”.
Asombrado el rey se aproxima a los árboles y sus hojas en vez de apartarse le acariciaron el rostro y le solicitaron el regreso de su madre. Cuando él les preguntó que había ocurrido le contaron la verdad sobre su muerte.
La reina mayor fue desterrada y la más joven regresa al palacio para ocupar nuevamente el lugar que le correspondía. 

Los árboles se criaron como sus hijos, siete de ellos fueron los llamados Champa (Plumeria) y el más pequeño y delicado fue el Parul. (Maneka Gandhi: The mythology of Indian plants, with Yasmin Singh) 


Vínculos
Otros habitantes: La caracucha, Fauna y flora urbana, por Jorge Ventoncilla, Instituto Smithsonian

lunes, 17 de diciembre de 2007

Ambay / Ambaí / Palo de lija

Cecropia pachystachya Trécul / Ambay / Ambaí
Sinónimos: Cecropia adenopus Mart. ex Miq.; C. adenopus Mart. ex Miq. var. vulgaris Hassl.; C. adenopus Mart. ex Miq. var. lyratiloba (Miq.) Hassl.; C. adenopus Mart. ex Miq. var. macrophylla Hassl.; C. glauca Rojas Acosta; C. lyratiloba Miq.; C. cinerea Miq.; C. catarinensis Cuatrec.
Nombre genérico "Cecropia", dedicado a Cécrope, el primer rey ateniense; el epíteto "pachystachya", del griego, significa "flor en espiga".
La Acrópolis de Atenas, la más representativa de las acrópolis griegas también es conocida como Cecropia en honor del legendario hombre-serpiente, Cécrope: el primer rey ateniense. 
"Cecropia: El nombre del género fue dedicado a la figura mitológica griega de Cecrops, quien presumiblemente fue el primer rey ateniense. Cecrops era representado con el torso humano, y de la cintura para abajo tenía forma de una serpiente, o la cola de un pez. Él instruyó a los atenienses sobre el matrimonio, los rituales fúnebres y también les enseñó a leer y escribir." (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales).  
Por su parte el profesor Goro Hashimoto (Plantas brasileiras: Embauba) refiere que el nombre genérico Cecropia posee dos significados:
a) "Kekrops", de la mitología griega - un ser mitad humano y mitad cobra- un hijo del Dios de la Tierra. 

b) En griego, significa resonar, ya que los gajos huecos eran utilizados para confección de instrumentos musicales. 
El epíteto 'pachystachya' derivado del griego pachy: grueso, robusto y stachyo, stachys: espiga, en referencia a las inflorescencias.


Familia: Cecropiaceae.
En Argentina se la cita para: Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe.
Países Limítrofes: Brasil, Paraguay 
Hábito: Árbol perenne. Status: Nativa.
Nombres comunes: Ambai, Amba'i, Amaba'y, Ambaiba, Ambay guazú, Ambá , Hormigo, Hormiguillo, Palo de lija / Palo lija, Yagrumo, Yarumo.
Ambaíba, Àrvore da preguiça, Caixeta,  Caixeta do campo, Embaúba, Embaúva, Embaúba do brejo, Imbaúba, Preguiceiro, Umbaúba, Umbaubeira (Brasil).
El nombre dado en Brasil - Àrvore da Preguiça o Preguiceiro - se debe a los mamíferos cuyas especies son popularmente conocidas como 'perezosos' (Folivora), animales de pelo largo, que viven en las copas de los árboles de la selva de América Central hasta el norte de Argentina y que se alimenta de los frutos de Cecropia (Wikipedia: Folivora). 
Árbol dioico de fuste esbelto, libre de ramas hasta gran altura (copa alta), tiene la corteza lisa y fina de color grisáceo anillada horizontalmente.
Hojas caducas de gran tamaño, palmatilobuladas y de largos peciolos, presentan una marcada diferencia de coloración entre ambas caras, verde oscuro en la cara superior (haz) y blancuzco y pubescentes en el envés. 
Flores muy pequeñas agrupadas en racimos que dan lugar a la formación de frutos que sirven de alimento a los pájaros.
Tradicionalmente empleado para tratar las afecciones de las vías respiratorias, sus propiedades medicinales determinaron su incorporación en la sexta edición de la Farmacopea Nacional Argentina. 
En el Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Arturo Seelstrang lo menciona como una de las especies características del Chaco: "Ambaú: es un árbol de adorno muy hermoso, crece en terrenos húmedos y de fácil cultivo desde que se cuente con riego. La madera es blanca y de la consistencia del sauce. Las hojas son grandes como las del tártago y en forma de estrellas; una de sus faces es de color verde oscuro y el reverso de un color blancuzco y alguna completamente blancas, de suerte que todo el follaje ofrece un aspecto sumamente extraño y a la vez elegante, cuando un soplo de viento viene a levantar las hojas, pareciendo entonces por el efecto de los rayos del solla copa completamente plateada, teniendo la misma perspectiva que los álamos de Holanda o blancos. Da la fruta en racimos compuestos de tres, cuatro o cinco frutitas cilíndricas, delgadas y largas, como pequeñas bananas; son buenas para comer y hacer dulces con ellas." (Seelstrang Arturo: Informe de la Comisión Exploradora del Chaco, Primera Edición: Tipografía y litografía del "Courier de la Plata", Buenos Aires 1878; 2a Edic. EUDEBA 1977).

Lillo registra: "Cecropia adenopus Mart. N. v. Ambay (Mis.); Palo de lija (Mis.)
Hab.: Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa. Circunferencia: m. 0.90.
Árbol alto, no muy grueso, que crece á orilla de los ríos, sea en tierra firme como en las islas; fácil de conocer por sus grandes hojas blanquecinas debajo; éstas son ásperas y dan al árbol el nombre de «Palo de lija». Considéranse las hojas como remedio para la tos y se llevan a Rosario y Buenos Aires. (Lillo, Miguel: Contribución al Conocimiento de los Árboles de la Argentina según colecciones y observaciones de Santiago Venturi, 1910 y 1924, Biblioteca Digital del "Real Jardín Botánico).. 
La Facultad de Agroindustrias de la Universidad Nacional del Nordeste (Chaco, Argentina) refiere que “el Ambay (Cecropia pachistachya) es uno de los árboles más frecuentes en el sector Cataratas del Parque Nacional Iguazú. Tienen el tronco recto con compartimentos huecos separados por tabiques donde viven hormigas del género Azteca. Las agresivas hormigas protegen su territorio, en este caso el árbol, contra diversos herbívoros como las hormigas podadoras. A cambio obtienen refugio y alimento de estructuras especiales llamadas cuerpo de Mullerian, que son paquetes de hidratos de carbono situados en la axila de las hojas. Muchas especies utilizan las hormigas para defensa atrayéndolas con estructuras glandulares llamadas nectarios extraflorales. Se ubican en cualquier parte de la planta que no sean las flores, de allí su nombre. La producción de néctar, líquido azucarado, atrae a las hormigas, las que protegen a la planta (su alimento) de otros predadores.” (Las plantas y su estructura, Facultad de Agroindustrias, Universidad Nacional del Nordeste, Chaco, Argentina).
Cecropia pachystachya, ambay (propiedades alimenticia, forrajera, medicinal y ornamental) 
Cecropia peltata, amba-i (propiedades medicinal y textil).
El Catalogo de Especies Forestales la define como "una especie característica de los bosques secundarios de la Región Oriental. También se encuentra en los bosques húmedos con mejor drenaje del Chaco húmedo. Se establece rápidamente en los claros producidos por tormentas, caídas de los árboles grandes o por el hombre. Frecuenta los matorrales y orillas de selvas, arroyos y ríos. Las ramitas huecas están habitadas por hormigas bravas (Azteca). Los frutos son buscados por los pájaros, murciélagos y otros animales que dispersan las semillas. En varios países se utiliza la madera de especies relacionadas para pulpa y papel, o como sustituto de la madera de balsa (Ochroma pyramidale). También se mezcla para la fabricación de bloques de cemento. Las hojas y corteza poseen propiedades de valor para productos expectorantes y antiasmáticos. Se le atribuyen propiedades antigonorreicas."


Víctor Manuel Patiño meciona que Juan Pérez de Zurita, en su relación de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), hacia 1586, había dicho: "Hay otra fruta que llaman ambaybas: es el árbol tan grande como higueras, aunque las hojas mucho mayores; la fruta es, que sale un pezón y deste pezón, salen cinco o seis como dedos de un geme en largo, y tomándola del cabo, se queda la fruta en la boca y queda la vena limpia. Es fruta suave y muy delicada" 
(del libro de Patiño, Víctor Manuel: Historia y Dispersión de los Frutales Nativos del Neotrópico. Publicación CIAT Nro. 326, Centro Internacional de Agricultura Tropical, Cali, Colombia)
La Biblioteca Virtual Temakel reproduce el ensayo "Los amigos árboles" Pequeñas historias de árboles ciudadanos, del escritor Girala Yampey, quien se refiere al Amba'y en uno de sus relatos:  
Amba’y (Poligala): "En todas partes se los ve. En los pueblos, en los montes y en las ciudades. Aparecen en cualquier lugar. Nadie se ocupa de plantarlos, aunque muchos conocen la eficacia de las tisanas preparadas con sus hojas para combatir la tos y los catarros.
Crecen en los sitios menos esperados pues los pajaritos, que apetecen sus frutos dulcísimos, se encargan de llevar y sembrar sus semillitas por todas partes, deyectándolas en cualquier lugar.
Varios remedios farmacéuticos de prestigio, tienen como base la esencia del Amba’y, que en castellano se llama Poligala. Es una de las tantas contribuciones de los guaraníes. Avezados herbolarios que legaron a la farmacopea mundial el conocimiento de las cualidades de éste pequeño árbol, además de muchas otras hierbas.
Desde mi niñez, conozco sus propiedades curativas. He tomado en cientos de ocasiones la cocción de sus hojas junto con el Jaguarundi (justamente, en Punta Tacuara, encontré unas matitas agrupadas de ésta pequeña planta) Desde aquellos tiempos, conozco la eficacia del Amba’y. Donde quiera que uno vaya los verá con sus hojas semejantes a manos abiertas ofreciendo ayuda. Es una medicina útil y a mano. Siempre los miro con simpatía."

 
La Institución Educativa Florencio Godoy Cruz publica la siguiente leyenda:
EL AMBAÍ Y SUS AMIGOS 

(En el ecosistema guaraní)
Esta historia sucedió en los orígenes de los tiempos, cuando Ñamandú, el ser superior de los guaraníes, pobló de árboles la tierra que habitaría su pueblo, junto al curso de los ríos de Paraguay, Brasil y el nordeste argentino.
Así fue como los claros de los bosques cercanos al agua se cubrieron de valiosos árboles: de la mítica palmera pindó; del árbol de la palabra-alma: el cedro; de la rosácea imponencia del lapacho; del áureo resplandor del iryrá pytá; del reluciente vaivén de la tacuara ritual y, entre muchos otros, de un árbol muy buscado por la empalagosa dulzura de sus frutos: el ambaí.
Esta planta arbórea tiene su tronco recto y cilíndrico a dieciocho metros. Su corteza externa gris, casi lisa, tiene como unos anillos en los nudos. Todo su interior es hueco, dividido en innumerables celdillas. La copa del ambaí es muy abierta, con pocas ramas, gruesas y largas. Un largo pecíolo de felpuda corteza sostiene a la hoja palmilobulada, cuya áspera cara superior es verde oscura y la inferior suave y blanquecina. Las hojas, brotes y corteza del ambaí son medicinales para las vías respiratorias.
Los frutos del ambaí se abren a la luz de la luna y cuelgan en espigas, como dedos. Ellos son tan dulces y empalagosos que hacen la delicia de los niños guaraníes: los mitaí, de los monos aulladores o carayá, de los monitos tití, de los azules loritos tuí, de los pájaros, murciélagos, coatíes y demás animalitos del bosque que se alimentan entre sus ramas o al pie del árbol. Todos ellos ingieren el fruto y luego despiden las semillas, diseminando por todas partes la especie del ambaí.
Por todo esto el ambaí es uno de los árboles más queridos de la región guaraní. Sin embargo, hubo un tiempo en que la planta se puso tan triste que Ñamandú le preguntó:
- Ambaí, ¿qué te pasa que andás tan triste?
Y el ambaí le contestó:
- Ñamandú, hay unas hormigas arara-a que no sólo comen mi fruto, sino también cortan mis hojas y dificultan mi alimentación y respiración.
- Eso no es justo – dijo Ñamandú -. Voy a traerte otras hormigas para que te defiendan y te protejan. Pero tendrás que darles alimentación y alojamiento.
- ¡Sí, sí, voy a darles casa y alimentos! ¡Que vengan! ¡Gracias, Ñamandú!
Desde entonces, miles de hormigas coloradas, las aztecas, viven alojadas en el interior del tronco y de las ramas del ambaí, en pequeños compartimentos. Cada rama es como un barrio y todo el árbol parece una ciudad.
Así fueron organizando estas pequeñas hormigas, durante miles de años, su hábitat en el interior del ambaí. Hábitat que las belicosas hormigas defienden con bravura, convirtiéndose en guardianas del árbol. Ninguna hormiga cortadora sube al ambaí, porque es atacada de inmediato. Hasta algunos insectos depredadores son ahuyentados por el ácido olor que despiden las aztecas.
Por otra parte, las hormigas hallan el alimento promedio en unas excrecencias o especies de bolsitas comestibles que el ambaí prepara en la base del pecíolo de sus hojas.
Y aunque por vivir siempre en la oscuridad del tronco las hormigas fueron perdiendo la vista y sólo se guían por sus antenas, cuando deben emigrar por causa de crecientes o porque deben cambiar de residencia, siempre lo hacen a otro joven ambaí.
Este es un claro ejemplo de simbiosis, es decir, de interrelación, de convivencia entre dos seres de la naturaleza, un vegetal y un animal, entre el ambaí y la hormiga azteca. Un verdadero gesto de amistad y solidaridad en el ecosistema del mundo guaraní.
Y esta es la historia de solidaridad que sucedió hace mucho, muchísimo tiempo y aún sigue sucediendo, al menos entre las plantas y los animales.


Vínculos
Herbotecnia - Plantas medicinales: Amba-í ó Ambay
Plantas brasileiras: Embauba, por el Profesor Goro Hashimoto
Los Amigos Árboles, por Girala Yampey en la Biblioteca Virtual Temakel de Esteban Ierardo

martes, 4 de diciembre de 2007

Guapurú / Jaboticaba

Myrciaria cauliflora / Guapurium peruvianum / Guapurú
Sinónimos: Eugenia guapurium; Guapurium peruvianum, Guapuriun peruvianum; Myrciaria guapurium.
Guapurú en Parque Ávalos, Resistencia (Chaco, Argentina)
El género Myrciaria forma parte de la familia de las Myrtaceae que abarca una gran variedad de frutas tropicales. "Myrciaria: que se relaciona o es aliado con el género Myrcia, "que posiblemente tenga su  origen en la palabra griega Myron que significa "perfume, ungüento, esencia". (González, J.: “Explicación Etimológica de las Plantas de la Selva”, Flora Digital de la Selva, Organización para Estudios Tropicales).  
El epíteto cauliflora del latín 'cauliflorus' (cauli: tallo, floris: flores), en referencia a las flores y frutos que se diponen sobre tronco y ramas.
Origen: nativo de América del Sur.
En Argentina se lo cita para las provincias de
Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones.

Familia: Myrtaceae (Mirtáceas).
Nombres comunes: Guapurú, Ivaporú, Iva purú, Yvaporû, Yvapurû, Yva hu (guaraní), Jaboticaba, Jabuticaba, Jaboticabeira, Jaboticabeira preta, Jaboricabeira rajada, Jabuticabeira, Jabuticabeira rósea, Yabuticaba (portugués, Brasil).
"Jabuticaba" deriva del tupí Jabuti: tortuga + Caba: lugar, lo que significa lugar donde se encuentran tortugas; en guaraní "Yvapuru" / "Guapurú", donde Yva: fruta, y la palabra onomatopéyica puru / pururu: crujido, ruido, sonido de la fruta al ser picados o mordidos. 
Según Hierónymus "Eugenia cauliflora Mart. N. v. Ybá-purú. Hab.: Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa. Circunferencia: m. 0,30.
Arbolito pequeño, ramoso, delgado, tortuoso, á veces abundante en ciertos parajes, cuya particularidad consiste en dar la fruta en el propio tronco; éste, está a principio de Octubre, cubierto de florecitas blancas que después vuélvense frutas muy dulces. Madera algo dura, inútil.... con la fruta del "Ybá-purú" fabrican vino." (Hieronymus, J.: Plantae diaphoricae florae Argentinae, Buenos Aires, 1882).
En Flora de Bolivia leemos que el "Guapurú: pertenece a la familia de las Mirtáceas al igual que el guayabo, el guabirá, el arrayán y el saguinto. Su nombre científico es Myrciaria cauliflora (DC.) O. Berg. Los chiquitanos lo llaman taanumox y los pauserna ibapumi. 
Es una planta nativa de Bolivia, su distribución natural corresponde al departamento de Santa Cruz, en áreas secas o subhúmedas abajo de los 1.700 m de altitud. Hasta ahora fue reportado científicamente en las provincias de Andrés Ibáñez, Florida, Chiquitos y Cordillera. Internacionalmente, se la conoce sólo en Bolivia y Brasil. El Guapurú es un pequeño arbolito de aspecto tortuoso, densamente ramificado, de corteza lisa que se desprende. Crece generalmente bajo la sombra de árboles más grandes. Sus frutos producen la impresión de estar pegados al tallo y se concentran en el tronco principal y las ramas gruesas. Son morados al principio y negros al madurar. Aunque en el imaginario colectivo es masculino, la sensualidad del árbol y también de la fruta le otorgan simultaneamente una faceta femenina. Ojitos de guapurú, por ejemplo, es una expresión inmortalizada en canciones populares. Constituye un halago y se lo emplea como sinónimo de ojos hermosos, cuando una mujer los tiene grandes, agraciados, vivaces e intensamente negros." 
Víctor Manuel Patiño lo registra en su libro sobre las plantas cultivadas en la América Equinoccial: "Quiere decir ibapurú, en la lengua de aquella provincia, fruta que suena cuando se come; no nace en el árbol, como la demás fruta, debajo de las hojas, sino en los ramos y troncos del árbol, comenzando desde la tierra, y aun si alguna parte de la raíz está descubierta, también tiene fruta y aun esta tan espesa y apiñada por todo el árbol arriba, que casi no se ve el tronco ni se puede subir por él. Es el ibapurú fruta muy regalada y de muy buen gusto."
Propiedades medicinales
Refiere wikipedia que "Tradicionalmente, una decocción astringente de las pieles secadas al sol se ha utilizado como tratamiento de la hemoptisis, asma, diarrea, y hacer gárgaras para la inflamación crónica de las amígdalas. Varios compuestos antioxidantes y anti-inflamatorios contra el cáncer han sido aislados de la fruta. (Wikipedia, Jabuticaba).
El libro "La república del Paraguay" de Alfred M. du Graty refiere: "Iba-namichay; Iba-poroití; Iba-porey; Iba-pumí o Guapurú, son arbustos de la familia de las mirtáceas cuyas frutas se comen. La del Iba-pumí o Guapurú es una baya negruzca del tamaño de una cereza, que contiene una materia colorante rojiza, bastante viva, pero muy alterable por la acción de la luz y los álcalis. Se hace fermentar esta fruta con azúcar o jarabe, y se prepara también un licor llamado Chacolí. la flor del Iba-pumí y sus frutas se producen sobre el tronco y las ramas." (Marbais du Graty, Alfred Louis Hubert: "La república del Paraguay", Imprenta de José Jacquin, 1862).
Sabará es tierra de Jabuticaba, también conocida como el “oro negro de Sabará”.
Algunos municipios de Brasil incentivan la preservación de la especie
(Myrciaria cauliflora), tal es el caso de Sabará, en la región metropolitana de Belo Horizonte (MG), localidad en la que en el mes de noviembre se realiza el “Festival da Jabuticaba” que fue registrado en el libro de Bienes Culturales de Naturaleza Inmaterial del municipio.
A través de estas medidas se pretende rescatar no solamente la tradición de Sabará como "terra da jabuticaba", sino también recuperar y difundir antiguas recetas de vinos, licores, dulces y otros derivados que fueron pasando de generación en generación enriqueciendo las mesas familiares.

En el transcurso del Festival los visitantes pueden disfrutar los diversos productos derivados de la fruta que ofrecen los numerosos stands (bombones, helados, dulces, jaleas, tortas, licores, etc) (Festival da Jabuticaba, Sabará, Brasil)

CUNUMICITA (Taquirari*)

Letra: Gilberto Rojas (1916-1983). 
Nacido en Oruro el 10 de marzo de 1916, Rojs fue uno de los máximos compositores de la música boliviana del siglo XX.
*El Taquirari es un ritmo musical folclórico típico del oriente boliviano, más característico de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, de la zona oriental de Bolivia. 


Cunumicita linda que tienes ojos de guapurú
dame el encanto amada de tu boquita de achachairú
no ves que estoy sufriendo de ansias locas por tu querer
y ya me voy muriendo de tanta angustia por ti mujer

Ya veras que lindo es / amarse con emoción
mi amor te lo daré / cunumi con todo el corazón

Escucha bien / mi voz de amor
que es el dolor / que lleva mi canción.



Vínculos
El ibapurú (descripción del libro "Plantas cultivadas y animales domésticos en América Equinoccial”, Tomo I. Frutales. Autor: Víctor Manuel Patiño, Publicación digital en la página web de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República).
La agricultura amazónica y caribeña - Mirtáceas subtropicales, por D. Giacometti y E. Lleras (CEARGEN/EMBRAPA, Brasilia, D.F., Brasil)